Los institutos son puntos de encuentro donde los adolescentes y profesores no siempre se encuentran cómodos. Para poder mejorar la convivencia en el centro, y a la vez facilitar la mejora de la práctica docente, aparecen diferentes medidas.
Por un lado, existen diferentes habilidades sociales que deben ser desarrolladas para facilitar nuestro objetivo. Entre ellas aparece el fomento del diálogo, el trabajo autónomo o la mejora del respeto mutuo entre todos los miembros de la comunidad educativa.
Además, también se presentas algunos programas, como el alumno mediador y el alumno ayudante, capaces de mejorar la convivencia en el aula. Estos programas están estrictamente controlados por un equipo de profesores y pedagogos encargados del buen funcionamiento del programa (formación de alumnos, supervisión, temporalización del programa ...).
Otro de los métodos eficaces para crear un mejor clima en aula y poder tener una buena convivencia es el establecimiento de unas normas. Estas normas de convivencia, las cuales deben ser fijadas en el inicio del curso para tener claras las reglas del juego, son un buen medio para sujetar a todos los alumnos a las mismas reglas.
Finalmente, el último medio para la mejora de la convivencia es la promoción de actividades extraescolares capaces de crear mayor cohesión en el grupo. Por ejemplo, se pueden usar las salidas los fines de semanas o la creación de equipos de algunos deportes (fútbol, baloncesto ...).
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